viernes, 18 de septiembre de 2020

EL DESPERTAR. SEGUNDA PARTE. EL ENCUENTRO DE MERXE Y ANA


 

Habia pasado ya casi tres meses de la pelea contra Ana, pase una semana muy mala pero mi cuerpo se recupero rapido y enseguida volvia a estar en plena forma, cosa que no me servia de mucho porque mis padres me habian castigado sin salir de mi habitacion durante dos meses, dos meses en los que no habia podido sacarme de la cabeza a mi vecina, de su cuerpo casi identico al mio, de la brutal pelea que habiamos tenido y de como la habia disfrutado, apenas recordaba ya el motivo, me daba igual, solo sabia que queria volver a pelear con ella porque si, porque queria y punto, pero como es normal, eso lo tenia prohibido, nuestros padres nos habian dejado muy claro que no debiamos volver a acercarnos.

Era viernes por la tarde, por fin se habia terminado las clases de la semana, asique quede con una amiga para ir a dar una vuelta y hablar de nuestras cosas, iba de camino cuando via Ana caminar en sentido contrario al mio, mi corazon se acelero, aprete los dientes y pase de largo, ella hizo lo mismo, pero no pude evitar girarme para verla, y ahi estaba, mirandome

-M: Que estas mirando?

-A: Poca cosa por lo visto

-M: Y eso lo dices tu maldita...

-NIÑAS-, grito la madre de Ana, -ya sabeis que no podeis hablaros-,

Hablar era quedarse corta, sin darnos cuenta estabamos pecho con pecho a punto de decirnos lo mas grande.

-Venga, cada una a lo suyo-, dijo su madre

Nos lanzamos una ultima mirada asesina antes de separarnos

-M: Esta noche, cuando se duerman

-A: Donde el otro dia

No hizo falta decir mas, y cada una siguio el dia como lo tenia planeado.

Termine de cenar, me di una ducha, un pijama comodo y me puse en el sofa a ver el un dos tres en mi tele en blanco y negro con mis padres como haciamos todos los viernes, la diferencia es que este viernes estaba deseando que terminara para que mis padres se fueran a la cama.

Ya era la una de la noche, y todos habiamos ido a nuestras habitaciones, deje pasar media hora mas para que se durmieran y sali a escondidas, la casa estaba a oscuras, con mucho cuidado de no hacer ruido me fui hacia el huerto de limoneros, cuando llegue aun no estaba Ana, ¿o es que tenia miedo y no va a ir? Recorde su mirada, imposible, tiene las mismas ganas que yo, al poco oi llegar a alguien, era ella

-A: Bien que aun estes, mis padres han tardado mas de lo que esperaba en irse a la cama

-M: Ni loca me voy sin zanjar las cosas contigo

Ya estabamos frente a frente, nariz con nariz, pecho con pecho con la mirada fija en los ojos de la otra con una sonrisa sadica. Nuestras manos se posaron lentamente en el pelo rival y los puños se cerraron cojindo briuscamente unos buenos mechones de pelo, las dos hucimos unas leves muecas de dolor, pero rapidamente volvimos a nuestra expresion sadica

-A: Lista?

-M: Siempre

apenas habia terminado la palabra y ya estabamos tirando como locas moviendonos la cabeza de aqui para alla, intentando zancadillearnos, asi estuvimos unos minutos hasta que hice que Ana callera bruscamente al suelo, pero al no soltar mi pelo fui con ella al piso. Al caer nos soltamos y nos pusimos de rodillas frente a frente, las dos acariciandonos la cabeza que nos ardia, la noche era fresca pero a ambas se nos veia acaloradas, ninguna de las dos llevaba sosten y se nos marcaba debajo de la fina tela del pijama los pezones en todo su esplendor.

-A: Maldita perra, porque no te rindes de una vez, no quiero volver a terminar como el otro dia y que me vuelvan a castigar

-M: A mi tampoco me hace gracia que me castiguen por una cerda como tu

Me quede mirando sus tetas, recordando la similitud que tenian con las mias

-M: Te sientes muy orgullosa de tus tetas, verdad?

-A: Claro que si, son las mejores tetas de Murcia, lo que no se es porque estas tu orgullosa de las tuyas

-M: Vamos a resolver cuales son las mejores de verdad

Me levante y me puse delante de ella con los brazos en jarra, ella me miraba extrañada, pero ensegida entendio lo que le proponia, y se puso delante mia, un leve movimiento hizo que nuestros pechos chocarana, nuestros cuerpos se mantuvieron apretados unos segundos y se separarno, rapidamente volvimos a chocar, una y otra vez, con cada impacto nuestras tetas se comprimian y deformaban, cada golpe hacia que nuestros pechos estuvieran mas duros, inflamados y sensibles, estubimos golpenadonos teta a teta durante minutos sin que ningun a retrocediera un apice, nuestras camisetas estaban bañadas en sudor y se pegaba a nuestros cuerpos

-M: Vamos a hacerlo bien

-A: Me has leido la mente

Nos quitamos la camiseta del pijama y mostramos orgullosas nuestras tetas, algo rojas por los golpes, Ana se relamio los labios y yo me mirdia el labio inferior sin dejar de mirar el pecho rival, fuimos la una a la otra hasta que nuestros pezones duros como rocas se encontraron, pase mis brazos por el cuello de Ana y ella los suyos por mi cuello y nos atraimos la una hacia la otra, PLOF, sonaron nuestras tetas al chocar briscamente, y otra vez, y otra vez, PLOF, PLOF, PLOF resonaba entre los limoneros, cada vez que nuestos pechos chocaban un gemido ahogado salia de nuestras gargantas, las manos fueron subiendo lentamete hasta nuestro pelo donde se amararon con fuerza, como punto de apoyo para impulsar nuestros pechos los unos contra los otros que ahora se golpeaban con movimientos laterales, la teta derecha contra la izquierda primero y despues la izquierda contra la derecha asi sucesivamente, cada vez mas rapido, cada golpe iba acompañado de un gruñido y un pinchazo que recorria nuestros pechos cada vez mas doloridos e hinchados. Exaustas nos soltamos y retrocedimos un par de pasos, nuestros cuerpos estaban chorreando de sudor y nuestras tetas rojas como tomates, enormes y prietos tomates

-M: Maldita perra, estoy harta de ti, voy a terminar contigo de una vez

-A: Cerda de mierda, sere yo la que termine contigo

Ambas corrimos la una contra la otra con los pechos por delante, CHOFFFF sono seguido de un AAYYYYYY cuando sus tetas y las mias impactaron bruscamente, ambas retrocedimos un par de pasos por el impacto, nos miramos con odio y asco mientras nos sugetabamos las tetas y otra vez a la carga, y otra y otra

-A: Preparate para que te exploten tus tetas fofas

-M: Seran tus tetas de vaca las que revienten

Las dos estabamos separadas por unos cuantos metros que recorrimos corriendo la una hacia la otra impulsandonos con todas nuestras fuerzas, nuestros pechos chocaron haciendo un gran PLOF al instante el resto de nuestro cuerpo y en menos de un segundo estabamos las dos en el suelo boca arriba, el impacto habia sido tan brusco y con tanta violencia que nos habia lanzado hacia atras. Sin saber que habia pasado y con las tetas doloridas nos sentamos intentando orientarnos, enseguida nos vimos, y de rodillas fuimos a toda velocidad la una contra la otra dandonos un gran abrazo con todas nuestras fuerzas, nuestros pechos estaban comprimidos y se deformaban hacia los lados, el dolor era insoportable, apretabamos los dientes sin dejar de apretar, las lagrimas nos resbalaban por la mejilla hasta pa barbilla y goteaban sobre nuestras tetas, rojas, chafadas y ardientes tetas, emanaban tal calor que nos quemaba la piel, seguimos apretando ya gritando, no pudimos seguir de rodillas y caimosal suelo, de lado una enfrente de la otra, sin dejar de apretar, algunas vertebras crujian de la presion y el dolor era inaguantable, chillamos como locas sin dejar de apretar hasta que no pudimos mas, el abrazo se rompio y quedamos las dos en el suelo mirando al cielo con las manos en las tetas respirando agitadamente, habia pasado mas de una hora y estabamos exaustas

-A: Esto no va a quedar asi, mis tetas son las mejores

-M: Mañana, tu y yo otra vez aqui, vas a ver que tus tetas son una mierda

Sin nisiquiera mirarnos cogimos la camiseta del pijama y nos dirijimos cada una a su casa. Apenas pude dormir esa noche, en parte por el dolor de las tetas, en parte por la ravia de no haber podido reventarle las tetas y por la emocion de volver a enfrentarme a Ana, descansa puta, descansa, mañana veras quien es la mejor de las dos.

domingo, 6 de septiembre de 2020

EL DESPERTAR. PRIMERA PARTE. EL ENCUENTRO DE MERXE Y ANA


 

Esta es la historia de como empezó todo para mi, me llamo Mercedes, pero todos me llaman Merxe, en esa época era una niña de 14 años de la parte rural de murcia (de la huerta como aquí decimos), vivía en una familia modesta sin muchos lujos, pero como la mayoría de familias de la zona, aquí era normal resolver las diferencias con las manos, por lo que he tenido varias peleas tanto con niñas como con niños en la escuela.

A pesar de estar en el colegio ya tenia un cuerpo que muchas adultas envidiaran, era alta para mi edad (1,65m), muy guapa, con cara de ángel, unos ojos castaños grandes, con una larga melena negra, cuerpo moreno, esbelto y tonificado de trabajar el campo después de las clases, y mi mayor orgullo, mis pechos, con una 95D, eran abundantes, con una forma redondeada, firmes y suaves, una areola grande y rosácea oscura, con mis pezones bien alineados ni muy largos pero tampoco cortos, yo pensaba que eran las mejores tetas del mundo, ninguna del colegio podía compararse con mi cuerpo, por lo que las peleas que había tenido las había ganado fácilmente o simplemente no se habían atrevido a pelear conmigo. Ademas, tampoco era una cosa que me interesara mucho, si tenia que pelear lo hacia, pero intentaba que se terminara lo antes posible, esto era así hasta aquel día.

Era el primer año que iba a ir a la fiesta grande de mi ciudad yo sola, al Bando de la Huerta, al vivir en la zona rural había un paseo de mas de media hora, cosa que realmente no me importaba, me levante pronto por la mañana y me puse mi traje de “Huertanica” y me dispuse a pasármelo en grande, mi padre preocupado por que volviera sola de noche por los huertos hablo con el vecino de un par de caminos mas allá y acordaron que su hija y yo fuéramos juntas para que no pasara nada, ella se llamaba Ana, a pesar de ser vecinas y de mi misma edad nunca habíamos hablado, simplemente saludarnos cuando nos cruzábamos. Ana era una chica de pelo negro como yo, y también alta para su edad, nos encontramos en el camino principal y con dos besos nos saludamos cordialmente, no recuerdo haber estado tan cerca de ella nunca, me fije un poco mas detenidamente en ella, era de mi misma esturara, pelo largo, buena figura y piel clara, ojos grandes castaños con cara de niña pilla, todo fue bien de camino, hablamos de clase, de las vacaciones, y alguna trivialidad mas, una vez en Murcia cada una se fue por su lado con sus amigas, quedamos a las 9 de la noche para volver y estar como muy tarde en casa como nuestros padres habían ordenado.

El día paso y yo lo pase genial, incluso me atreví a beber un par de copas, me despedí de mis amigas y fui donde habíamos quedado, al poco llego ella, también algo bebida y nos dispusimos a irnos a casa, de camino un grupo de chico del instituto nos llamaron y nos invitaron a ir con ellos, había uno especialmente guapo. Ana y yo nos miramos y dijimos, por unos minutos tampoco pasara nada, asique fuimos con ellos, enseguida quedo claro que las dos nos interesamos en el mismo chico, el resto de amigos se cansaron y se fueron a buscar alguien que les hiciera caso.

Ana y yo intentábamos llamar su atención y nos interrumpimos cuando hablaba la otra, así pasamos un buen rato hasta que el chico guapo se canso de nosotras y se fue con sus amigos. PERO QUE TARDE QUE ES, sin darnos cuenta ya eran mas de las 10, ya era completamente oscuro y lo único que teníamos para iluminarnos era la luz de la luna, para atajar nos metimos a través de los huerto de limoneros, ambas sin decirnos palabra, enfadadas por lo que había pasado, íbamos prácticamente corriendo, y cruzándonos una con la otra hasta que chocamos. Las dos paramos de golpe y nos mitramos fijamente.

-Ana: Que pasa, no tienes bastante con meterte en medio todo el rato que ahora tienes que estar cruzándote

-Merxe: Eres tu la que no para de cruzarse, ¿que culpa tengo yo que no sepas cuando sobras?

-A: Aquí la única que sobra eres tu Merxe

-M: Si estoy aquí contigo es porque me han obligado, no tengo ni pizca de ganas de estar con una puta como tu

-A: a quien llamas puta, guarra?

Nos miramos durante un instante en silencio y de pronto nos lanzamos la una contra la otra, entrelazando los dedos en el pelo de la otra tirando de un lado para otro, no tardamos en caer al suelo, el voluminoso traje de huertana apenas nos dejaba movernos , parecíamos dos tortugas panza arriba.

Nos separamos y nos incorporamos como pudimos mirándonos fijamente, lejos del camino, en medio de un gran huerto de limoneros.

-M: te vas a arrepentir de esto.

Le decía mientras empezaba a soltar los botones de mi traje

-A: Eres tu la que se va a arrepentir.

Ella también se estaba soltando los botones, mirándonos fijamente con cara de odio, sin apartar las miradas mientras íbamos tirando las prendas hacia atrás hasta que nos quedamos unicamente en ropa interior, con cara de sospesa nuestras miradas se fueron directamente al sujetador, nunca habría pensado que esa niña podría tener semejante pecho, yo que siempre había estado orgullosa del mio ahora miraba con reservas el de Ana, sus ojos no se apartaban de los míos.

-M: Que pasa, nunca vistes un buen par de tetas?

-A: Todos los días veo las miás que son las mejores

Con una mirada todo estaba claro, los sujetadores fueron al suelo y nuestros pechos botaron libres, desafiando la gravedad, no podía creer lo que veía, era como mirarse en un espejo, mas claras de piel y con areolas mas rosacea pero mi mayor orgullo estaban duplicado, apreté los dientes, roja de ira, ella estaba igual, enfurecida.

En un segundo nos habíamos lanzado la una contra la otra gritando, del choque habíamos ido directamente al suelo, ahora si, con libertad de movimientos, nuestros cuerpos muy juntos con las piernas entrelazadas y con las manos unidas en el pelo de la otra rodábamos por el suelo como dos animales, arrancando mechones y volviendo a introducir la mano en el pelo rival a por mas.

Una de las manos bajo por la espalda arañando la con las uñas según iba recorriendo la hasta llevarla casi al culo, yo mientras con la mano derecha seguía amarrada a su pelo mi mano izquierda fue a arañar su linda cara, pero ella soltó mi espalda y entrelazo sus dedos con los míos., ella fue ahora la que soltó mi pelo para atacar mi cara, así que yo tuve que soltarla también para evitar que llegara a su objetivo, así ambas seguimos rodando por el suelo con las manos entrelazadas y las piernas anudadas. Cuando una ganaba la posición superior daba pequeños saltos con el cuerpo para chafar el cuerpo rival contra el suelo, así hasta que cambiaba la posición. Durante un buen rato estuvimos forcejeando en el suelo, sin que ninguna sacara ventaja, ahora las dos de lado mirándonos fijamente.

-M: Eres una puta de mierda.

Le dije mientras le escupía en la cara

-A: Maldita guarra, tu eres la puta.

Ahora fue ella quien me escupió a mi

Esto no hizo mas que encendernos, pero estábamos en punto muerto, las dos estábamos inmóviles esforzándonos por no ceder terreno, Ana lanzo sus dientes contra mi cara que pude mover para que solo me rozara la mejilla, si quería ser una perra yo no iba a ser menos, lance mis dientes hacia ella y después ella hacia mi así sucesivamente, las dentelladas rozaban la cara rival unas con mas acierto otras con menos, hasta que lanzamos una al mismo tiempo chocando cara con cara, nos soltamos de inmediato para llevarnos las manos a la cara, rodamos cada una hacia un lado poniéndonos de rodillas, como podía doler tanto este golpe, algo caliente recorría mis manos y caía hasta mi pecho, mire mi mano y la tenia llena de sangre que caía abundantemente de mi nariz, mire con rabia a Ana, ella también le había saltado la nariz y la sangre se le escurría entre los dedos , tenia varios arañazos en la cara de mis dientes, el cuerpo bañado de sudor y barro, y sus pechos estaban bañados en sangre, enseguida comprendí que su aspecto no era muy diferente al mio.

Las dos salimos corriendo la una contra la otra, nuestros ensangrentados pechos chocaron bruscamente haciéndonos retroceder un par de pasos por el impacto, inmediatamente recuperamos el equilibrio y lanzamos el puño derecho contra la mandíbula rival, el golpe hizo que las dos claváramos la rodilla en el suelo, sin levantarnos una lluvia de golpes fue en la dirección de la otra, sin ninguna intención de protegernos solo nos preocupábamos de dar golpe por golpe, tras un duro intercambio Ana se lanzo encima miá haciéndome caer de espaldas con ella encima con su cabeza a la altura de mi pecho, lo que aprovecho para clavar sus dientes en el. El grito que di resonó por todo el huerto, mis uñas recorrieron su cara dejando surcos de sangre por donde pasaban, fue ella ahora la que grito, haciéndose para atrás para evitar mis uñas y cayendo de culo, me puse de rodillas y ella hizo lo mismo, las dos no nos quitábamos el ojo de encima, respirando con dificultad exhaustas pero sin ninguna intención de parar, lance mis uñas contra ella y dieron en el blanco, habían dejado marca en sus preciosos pechos, pero antes que pudiera alegrarme un zarpazo había recorrido los míos., loca de ira agarre sus tetas y las apreté con todas las fuerzas que me quedaban clavando mis uñas en ellas, sus garras cosieron las miás devolviéndome el favor, ambas apretando con todo nuestro ser mientras gritábamos a pleno pulmón sin soltarnos nos apoyamos en el hombro rival clavando ahí nuestros dientes, para ahogar el grito y mordimos y mordimos hasta que tuvimos la boca llena de sangre, Ana y yo casi al mismo tiempo nos empujamos para separarnos, apenas pudimos ponernos en pie, tambalenadonos fuimos la una hacia la otra, frente a frente otra vez Ana golpeo mi estomago, una bocanada de saliva la cubrió, ahora fui yo la que la golpeo en el estomago, Ana y yo nos ampollamos la una en la otra para no caer redondas al suelo, rodee su cuello con mis manos y apreté con las pocas fuerzas que me quedaban, note como mis uñas se clavaban y como sus manos envolvían mi cuello y empezaba a apretar, las dos apretábamos y ninguna soltaba, apenas podía respirar, todo daba vueltas, caímos de rodillas pero seguimos apretando , después caímos una al lado de la otra al suelo, pero seguimos apretando, todo se ponía negro y nuestras manos se soltaban, según entro el aire a nuestros pulmones empezamos a toser, apenas puedo moverme pero no voy a dejar que esta puta se salga con la suya, paso mis brazos a su alrededor, y empiezo a comprimir su cuerpo contra el mio, ella también me abraza y nos estrujamos mutuamente, nuestras piernas vuelven a entrelazarse, ninguna quiere ceder, nariz con nariz nos miramos fijamente mientras lloramos como las niñas que somos, abre la boca y yo la miá y nuestro dientes chocan mientras nos mordemos boca a boca como dos animales, la sangre de nuestras narices sigue cayendo ahora sumada ala de nuestras encías, seguimos apretando, los pechos van a reventar, seguimos apretando, no podemos apenas respirar, seguimos apretando, todo se vuelve negro, dejamos de apretar.

Al día siguiente nuestro padres nos encontraron en el abrazo mortal con los dientes de la una mordiendo a los de la otra, en el suelo, cubiertas de heridas y sangre. Corriendo nos llevaron a la casa de socorro, todo estaba bien, no había daños grabes salvo el de nuestro amor propio, en el camino de al lado de casa había encontrado a mi nemesis.

Cuando llegamos a casa nuestro padre nos dieron la bronca de nuestras vidas, nos castigaron dos meses sin salir de casa y por supuesto nos prohibieron volver a vernos, pero no podía sacarte de mi cabeza, Ana, cuando volveremos a vernos?